11 de agosto de 2013

Resumen: MI HIJO EL CAMPEÓN - Roffé / Fenili / Giscafré




A continuación un resumen del libro Mi hijo el Campeón de Marcelo Roffé. En el mismo podemos encontrar extractos de lo que, a mi criterio, podemos aplicar al campo de la educación física y la iniciación deportiva con niños.
Seguramente ustedes al leerlo (lo cual recomiendo enfáticamente) encuentren otras formas de aplicarlo y relacionarlo con su campo de acción.

Para mas información del autor y sus obras:

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CAPÍTULO 1
Los chicos que practican deporte y sus padres

“La miro y no entiendo lo que quiere, está furiosa, me mira con esos ojos grandes, me da miedo, mueve las manos para arriba y abajo y grita. Está enojada, hice algo malo, seguro que soy malo, pero no sé muy bien, no alcanzo a comprender”.
Un deportista

“Yo más que padre soy amigo…”. Imposible. No se puede tener una relación dentro de otra.  No se puede ser padre y amigo al mismo tiempo. La amistad es otra cosa: además de establecer una comunicación horizontal y simétrica (en la relación padres e hijos, la comunicación es vertical y complementaria), propone un vínculo de naturaleza diferente. Sí podemos hacer que la relación con nuestros hijos tenga puntos en común y compartamos muchas cosas. Pero en algún lugar hay establecida una diferencia. El momento de la educación, de la transmisión de valores familiares y sociales, el tiempo de transmitir experiencias propias y de dar consejos nunca escuchados, cabe sólo en la función de los padres. Y no se pueden endosar a nadie. La amistad es otra cosa, es compartir sin estar al servicio de ninguna obligación.

“Nadie escarmienta en cabeza ajena” – dicho español.

El hijo transita por el borde del camino que transmiten los padres, nunca por el centro y ordenadamente. Y es lógico. El miedo al ridículo frente al error es propiedad de los adultos, que tratamos de explicar lo inexplicable en vez de decir “me equivoqué”.

BENEFICIOS DEL DEPORTE EN LA INFANCIA

El deporte es en los niños una grandiosa oportunidad de desarrollo y maduración, no sólo física sino también mental y emocional. A través del deporte el niño logra:

  • Desarrollo de las destrezas y aprendizaje de habilidades.
  • Desarrollo de la personalidad a través de la motivación para la competencia. Fortalecimiento de la autoestima en el respeto y la aceptación de sí mismo, de sus fortalezas y debilidades.
  • Desarrollo de habilidades sociales. Aprendizaje de su rol dentro de un equipo y reconocimiento del otro ya sea como compañero o rival.
  • Aprender a aceptar un reglamento que es igual para todos y que lo lleva a aceptar posibilidades y límites.
  • Desarrollo de los procesos de percepción, evaluación, decisión y acción. Todos necesarios en el proceso de formación y aprendizaje del gesto deportivo y su aplicación en las distintas situaciones del juego y competencia.

Todos estos beneficios no son automáticamente transmitidos por la mera participación en el deporte sino que deben ser cuidadosamente planificados y reforzados por los adultos. Esto es posible cuando el entorno ya sea padres, maestros o entrenador, respetan la natural maduración del niño, los intereses y las capacidades.

“Se presiona a un chico cuando se le exige más de lo que puede dar”

SIEMPRE ES BUENO QUE LOS CHICOS TENGAN TIEMPO LIBRE EN LOS ENTRENAMIENTOS, UN PASAJE DEL LIBRO CITA A JEAN LE BOUCH:

 “La intervención del adulto en los juegos del niño es muy delicada puesto que debe saber permanecer en un segundo plano para no estropear los ensayos creadores del niño. El imperativo de socialización requiere la experiencia de los límites necesarios en la propia espontaneidad impuestos por el entorno”

Según el Dr. Amílcar Alcázar el punto 7 de su decálogo sobre las competencias infantiles nos indica que:

7. Se tiene que realizar agrupando a los niños según su edad, su grado de maduración y su nivel de destreza deportiva.


CAPÍTULO 2
Los adolescentes que practican deporte y sus padres

“De los 3 a los 13 años, amé cada minuto que pude jugar, y eso se lo debo a mi padre. Él tiene mucho que ver con mi éxito actual… pero en la adolescencia sentía que mi padre ponía muchas expectativas en mí. Nuestra relación se basaba exclusivamente en el tenis. Yo quería que él fuera mi papá, no mi entrenador”.
André Agassi. Diario Clarín, 29-1-01

Pero, ¿Qué deporte?: deporte de equipo o individual, recreativo o competitivo, para sentirse bien o para ganar.

“El deporte que seas capaz de hacer”, en el nivel que te sientas cómodo, sin mayor anhelo que un momento de placer.

La edad adolescente conlleva los típicos cambios y los altibajos de un sujeto que está definiendo su personalidad y carácter. Esto puede producir fastidio en padres y maestros. 
El enojo de los padres se relaciona directamente con los propios ideales, no alcanzados por los hijos… es un enojo con uno mismo que se transfiere a lo que “uno más quiere y protege”. Es por eso que es muy importante diferenciar los ideales, las metas y las pasiones y los deseos de cada uno: “vos sos vos y yo soy yo”.


CAPÍTULO 3
Los modelos de padres: para armar y desarmar

Cuando los padres se enfrentan a un hijo que practica deporte, (si no lo hace van a buscar la forma que lo haga) aparecen tres etapas:

Primero la del deseo de los padres (especialmente del padre) de la corono de laureles en las sienes y los millones en la cuenta bancaria. La segunda etapa es la del descubrimiento. ¿Tiene talento?; ¿Puede ser campeón?; y también de las siguientes afirmaciones: “haceme caso a mí, yo sé de esto”; “hoy ganás seguro”. Frases celebres dichas desde el costado de la cancha sin ánimo de herir a nadie pero con una carga de compromiso terrible. La tercera fase es la de la decepción, salvo que salga un Maradona. Una de las causas principales del abandono deportivo temprano es la presión que reciben los niños y jóvenes del entorno que los rodea.

TIPOS DE PADRES

Padres indiferentes: Son aquellos que nada saben de sus hijos, que poco se preocupan, que no les preguntan nada, no como estrategia para no presionarlos sino por falta de interés y porque están con la cabeza en sus problemas y/o intereses y/o negocios. Preguntar, interesarse por el otro, es dar afecto y de eso saben muy poco.

Padres equilibrados: Aunque parezca mentira existen… se meten lo justo y necesario: el preciado y buscado equilibrio. Padres que se preocupan por sus hijos, no realizan preguntas por la eficacia, padres que confían (no depositan) a sus hijos en los entrenadores. Padres que no exigen ni presionan. Padres que disfrutan yéndolos a ver cada tanto y que son felices de verlo bien y que disfrutan de que gracias al deporte, tengan cosas para contar. Padres que también saben contener.

Padres sobreprotectores: Pesados, invasivos, presionantes: “tanto que lo quiero, tanto lo aprieto” (y sin querer le quito el aire). Buscan la simpatía del entrenador, están en todos los detalles, no terminan de confiar en el técnico. Invaden queriendo ayudar. Presionan, queriendo ayudar. Malogran lo que más quieren, sin querer queriendo (pueden venir de padres indiferentes y con tal de no repetir y diferenciarse, se van al otro extremo).


CAPÍTULO 4
Modelo de campeón y no campeón

“Si usted quiere un campeón en su familia, caya y entrénese. Mientras tanto deje que su hijo disfrute y juegue feliz”.
CARTEL DEL CLUB ESTUDIANTIL PORTEÑO

No todos pueden ser campeones pero el tránsito por el deporte le permite a los chicos aprender muchas cosas, por ejemplo que en un mundo donde las diferencias son a veces irreconciliables y donde existe la discriminación, en un mundo donde los valores humanos están trastocados, el deporte es un lugar en donde las reglas son iguales para todos, el reglamento pone a los fuertes y los débiles, a los más y a los menos habilidosos frente a su verdad, como en la vida, tenemos que enfrentarnos a lo que somos, pero a veces con reglas no tan claras.


CAPÍTULO 5
Hablemos del éxito y el fracaso, de la fama y la gloria

Marcelo Bielsa:

“Estoy absolutamente convencido que el dinero y la fama son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos los describen con un peso tan significativo que parecería imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor a la tarea, es lo único que vuelve satisfactorio el tránsito por el trabajo; cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo se jerarquicen ese tipo de cosas, que se los describan millonarios, que se los describan famosos, que se los describa extraídos de la realidad social, fuera del contacto con la gente común. Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfruté del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo, yo tengo un profundo amor por el fútbol, por el juego por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que fueron agregando para convertirlo en extrañamente deseado…”

FILOSOFÍA DEL ENTRENADOR DEPORTIVO

  • Ganar no lo es todo, ni siquiera es lo más importante.
  • El fracaso no es sinónimo de derrota.
  • El éxito no es sinónimo de victoria.
  • Se debe enseñar a los niños, que el éxito consiste en luchar al máximo por conseguir la victoria. Refuerza tanto los esfuerzos como los resultados.
  • Establecer expectativas realistas y alentar para lograr objetivos.


CAPÍTULO 6
Aprender y educar

“La preocupación del técnico o del educador no debe ser modelar al niño, sino dotarle de una gran autonomía motriz que le permita adaptarse a variadas situaciones… se deben desarrollar las aptitudes motrices y psicomotrices en relación con los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad respetando los estadíos del desarrollo humano (…) el espíritu de equipo, el fair play, la deportividad, son virtudes que no se adquieren automáticamente, es necesario que el educador las incorpore en sus objetivos de enseñanza”.
D.BLÁZQUEZ SANCHEZ

“El problema es, evidentemente, cuál es el fin de la educación. O bien se trata de hacer individuos conformistas que aprendan todo lo que las generaciones anteriores saben y que repitan lo ya adquirido, o bien el objetivo de la educación consiste en formar personalidades con iniciativa que en cualquier terreno de si profesión, sean capaces de inventar en lugar de repetir”.
JEAN PIAGET

VEINTE PAUTAS PSICOLÓGICAS PARA SER UN ENTRENADOR/MAESTRO CREÍBLE Y CONFIABLE

  1. Proximidad: cercanía física.
  2. Ir de frente y fundamentar.
  3. Ser innovador y creativo.
  4. Ser coherente y justo.
  5. Reforzar lo positivo por sobre lo negativo.
  6. Estar atento a los detalles.
  7. Hacer uso del lenguaje corporal y gestual.
  8. Nunca ser agresivo u hostil.
  9. Instaurar el respeto y el saludo cotidiano.
  10. Darle valor al feedback (mensaje de retorno).
  11. Mirar a los ojos al hablar y exigir la misma conducta.
  12. Plantear “metas comunes” para el grupo.
  13. Subrayar el desempeño por sobre el resultado.
  14. Hablar de alguien sólo si está presente.
  15. Reforzar continuamente al que se esfuerza por mejorar.
  16. Ser consciente de que muchas veces el tono de vos, la postura corporal y gestual influyen más que las palabras.
  17. No abusar de las técnicas de premios y castigos.
  18. Saber escuchar.
  19. Saber transmitir las cosas. “llegarle” al otro.
  20. No sirve decir muchas cosas juntas, también hay que acordarse de valorar los silencios.

Los niños y adolescentes se nutren tanto de lo que reciben en la escuela, como de lo que reciben en el club. Pero es decisivo, además del ambiente de “confort psicológico” en que se desarrollan, el mensaje que reciban en la casa: este completará o anulará a los otros dos… (y esto es algo que a los padres les cuesta aceptar). También es bueno agregar que el entorno juega un papel importante en la adolescencia y aunque no estén encargadas de dicha educación, puede favorecer la expansión y la confianza en sí, o el valor para superar los obstáculos, así como pueden estimular el desaliento y la depresión.

Carlos Kenny, hablando del entrenador:

“Finalmente, y esto es lo más importante, aparecerá ante sus dirigidos como un cabal exponente de la mejor conducta, respetuoso pero cordial, responsable pero a la vez generador de un clima donde la afectividad se constituya en un valor prioritario. No se debe privar al pequeño jugador de la hermosa posibilidad de JUGAR ENTRE AMIGOS. EL FÚTBOL ES UN JUEGO, más aún en este tiempo, y la disciplina, necesaria propuesta, deberá contener además, la cuota de ALEGRÍA que permitirá en los niños el desarrollo de su imaginación creadora. EL ENTRENADOR será EJEMPLO y GUÍA, intachable y respetado”


CAPÍTULO 7
El rol positivo de los padres

… en esos los han convertido, en niños muy enfadados. Enfadados y aburridos son los cachorros de esos energúmenos que afónicos, congestionados, que los azuzan desde la banda empujándolos al combate, a anticiparse a la ley del talión como si la supervivencia de la especie y el honor de la familia estuviesen en juego (…) son los alumnos de esos zancarrones, de esos maestros de ciencias o artes de las que entienden poco, que desde el fondo impecable de sus adidas rebuznan a los niños-jugadores que bajen todos. Pero esos chicos, zancarrón… sus hijos, señoras y caballeros, están proyectados para jugar, para jugar por jugar. Para divertirse jugando. No les anticipen el muermo. No los conviertan en aburridos prematuros, que de eso, con el tiempo, ya se ocupa la empresa, de eso se encargan los malos dirigentes, con sus cortes de magnates y con los técnicos acomodaticios y serviles que en el mundo han sido, son y. mucho me temo, serán. Pero hasta que les llegue su hora, hagan el favor de tratar mejor a esos chicos.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DE LOS DEPORTISTAS JÓVENES*
  1. Derecho a participar en las competiciones deportivas.
  2. Derecho a participar en un nivel adecuado con la habilidad de cada niño.
  3. Derecho a tener un liderazgo adulto calificado.
  4. Derecho a jugar como un niño no como un adulto.
  5. Derecho a compartir el liderazgo y la toma de decisiones en su participación deportiva.
  6. Derecho a participar en un entorno seguro y saludable.
  7. Derecho a una preparación adecuada para la participación en actividades deportivas.
  8. Derecho a una igualdad de oportunidades para conseguir el éxito.
  9. Derecho a ser tratado con dignidad.
  10. Derecho a divertirse en su participación deportiva.
*Fuente: The National Association for Sport and Physical Education Youth Sports Task Force. Extraído del Master Universitario de Psicología de la Actividad Física y Deporte, “Psicología y deporte de iniciación” de la Universidad Complutense de Madrid dirigido por el Dr. José María Buceta.

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