1 de mayo de 2015

Que nunca falte el juego


¿Cuántas veces llenamos de actividades la vida de los niños dejando sin lugar al juego? ¿Qué significado tiene el mismo para ellos? El juego es una actividad libre: es un acontecimiento totalmente voluntario en el que nadie está obligado a jugar ni a participar. Es totalmente incierto, una actividad creativa, espontánea, original. Su resultado es indefinido, y seguramente esto es lo que lo vuelve tan atrapante y entretenido.

Durante el juego el niño logra demostrar su esencia, su pequeña personalidad en desarrollo, sus frustraciones, pasiones, su creatividad, ingenio y por sobre todo su libertad de imaginar, hacer y decidir.

Es para el niño, su primer instrumento para aprender y para conocerse, para desafiarse a sí mismo y superar nuevos obstáculos. Es un encuentro íntimo consigo mismo, todo un descubrimiento.

Al jugar, el niño, exterioriza sus alegrías, miedos, angustias, y también encuentra herramientas para elaborar lo que siente, lo que percibe del mundo y lo que vive. Durante el juego, se expone a la experiencia de enfrentarse a solas a la complejidad del mundo: él, con toda su curiosidad, con lo que sabe y desconoce; ante el mundo, con todas sus nuevas propuestas y atracciones.

Ningún adulto podrá medir la cantidad de tiempo que un niño necesita para jugar. Como docentes y profesores debemos luchar por que este espacio permanezca en la vida de los niños, es un espacio íntimo que debemos respetar y promover. Durante el juego el niño crea, siente y por sobre todo crece… 

APLICADO AL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO

En cada entrenamiento trato de liberar un espacio del mismo para el juego. Pero no para un juego reglado, sino para el juego libre. Los chicos lo proponen, determinan las reglas y lo único que deben respetar es el espacio de juego (en la medida de lo posible, determinar los límites para que no lo realicen en lugares peligrosos).

Generalmente dedico a este momento el 10% o el 20 % del tiempo de la clase o entrenamiento y coincide con el inicio mientras esperamos que llegue el resto de los chicos.

Es probable que muchos no se animen a participar por timidez y debemos introducirlos preguntando a los chicos: - ¿Dónde juega tal...?; pero que ellos les expliquen las reglas. Los chicos tímidos se acercan al profesor a preguntar: - ¿A qué están jugando? o ¿Cómo se juega?, pregunta que deberán contestar sus compañeros, ya que este su momento de jugar.




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